A raíz de las obras de ampliación de la ruta 7, que está llevando adelante el gobierno neuquino, el tramo entre Centenario y Vista Alegre estará cerrado en forma total, tanto para el tránsito de cargas como para los vehículos livianos. Se dispuso un esquema de desvío para permitir la actividad económica particular.

El tránsito pesado y transporte petrolero que circule por ruta 7, desde Neuquén hacia Centenario: a la altura de la Cerámica Fasinpat se desviará hacia la Autovía Norte y la ruta 67.

El tránsito pesado que ingresa desde Cinco Saltos, por el Acceso Jaime de Nevares, se desviará por ruta 7 hacia rotonda de Fasinpat.

En tanto, el transporte público y los vehículos livianos deberán transitar por la ruta 7 hasta calle 9 (en Centenario), continuando por ex ruta 234 hacia calle Islas Malvinas de Vista Alegre, siguiendo por Meschini, ex ruta 234 hasta calle 12.

El Comité de Emergencias solicitó a los automovilistas circular con precaución y respetas las normas de seguridad, En el recorrido se han colocado vallas y carteles señalizadores, además de desplegar personal de Seguridad Vial, policía provincial y Tránsito municipal para asegurar la situación.

El corte de tránsito permitirá realizar movimiento de suelo, compactación y nivelación de la rotonda en la ruta provincial 7 en la intersección con Islas Malvinas, en el acceso a Vista Alegre. Además, permitirá hacer un derivador en calle 10. Una vez concluidas estas obras se podrá avanzar con la pavimentación de lo que resta de la doble vía. La finalización de la obra en su conjunto está prevista -por contrato- para el 31 de julio próximo.

Concretar esta obra es fundamental para el gobierno neuquino, que decidió priorizarla. La ruta 7 atraviesa varias regiones de la provincia y es utilizada tanto por los habitantes de diversas ciudades ubicadas a lo largo de la traza, así como por la industria hidrocarburífera y frutícola.

Las obras estaban en manos del gobierno nacional pero a fines de 2023 decidió abandonar todas las tareas. El año pasado, el gobernador Rolando Figueroa firmó el traspaso de la obra y destinó financiamiento provincial para poder terminarla.

Luego, el gobierno neuquino renegoció el contrato con la Unión Transitoria de Empresas conformada por Rovella Carranza y CN Sapag para reanudar las tareas en diciembre de 2024.