Camila Andersen, de El Plan de la Mariposa: Tocar en vivo es lo más hermoso que hay

La banda se presentará este sábado por primera vez en el estadio Ruca Che. Luego, seguirá viaje rumbo a Viedma. Camila Andersen reflexiona sobre el presente del grupo, sus orígenes y motivaciones.

Redacción

Master Río Negro

Publicado el:

Sáb 15 Noviembre 2025 10:16hs

Camila Andersen, de El Plan de la Mariposa: Tocar en vivo es lo más hermoso que hay

Camila Andersen, de El Plan de la Mariposa: Tocar en vivo es lo más hermoso que hay

El Plan de la Mariposa regresa a Neuquén para tocar por primera vez en el Ruca Che, el lugar más grande de la región. Pero atención: vienen de hacer su primer show en un estadio. Fue hace unas semanas en el Diego Armando Maradona, el estadio de Argentinos, en el corazón de Paternal. Y llenaron, por supuesto.  

Fue un gran show, con pantallas, despliegue de nuevas visuales y un set acústico en medio de la multitud. Ese mismo show, que tiene como protagonistas las canciones de Correntada, su hasta ahora último disco, será el que desaten este sábado en el estadio del oeste neuquino. Las entradas están a la venta en entradauno.com. 

“Estoy muy manija de volver para allá”  El show en el Ruca Che de Neuquén será una de las varias escalas que tiene la extensa gira patagónica de la banda.  El lunes, por caso, tocarán la Sala del Libertador, de Viedma.  

“Correntada, que es el último disco, va a estar muy presente, pero vamos a hacer un viaje por muchos de nuestros discos. Después hacemos una parte más acústica, nos gusta que haya distintos momentos, distintos climas”, anticipa Camila. 

Pero eso no será todo: “Para el recital de Argentinos armamos un montón de visuales nuevas, armamos todo un show nuevo, así que también vamos con esas visuales. Remanijas con ganas de compartir, de tocar”. 

Salir y tocar es el plan 

El plan de la Mariposa sigue siendo salir y tocar. Viajar para tocar.  “Por suerte, estamos en un momento muy bueno, tanto como grupo, como con esta posibilidad de viajar y de hacer lo que nos gusta, de tocar música. Hace bastantes años que estamos juntos, y eso también nos encuentra en un momento muy sólido también en todo el equipo, no solo la banda. Somos una gran familia”, revela Camila, hermana trilliza de Máximo (teclados y acordeón) y Valentín (guitarra y voz), todos ellos partes del Plan junto a Sebastián (voz) y Santiago (violín y ocasionalmente guitarra), los mayores de los cinco hermanos Andersen.  

La banda la completan Julián Ropero (batería) y Andrés Nor (bajo). Ambos son parte del Plan desde Trance Habitante (2013), segundo disco del grupo. 

“La verdad que estamos muy contentos de poder tocar y viajar con la música, que abre siempre muchas puertas, hay gente esperándote, que te recibe con amor. Ahora se viene una gira muy larga por el sur, vamos a ir hasta Ushuaia, este año pudimos ir hasta el norte, recorrimos el norte, ahora vamos hasta el sur, nos gusta seguir conociendo Argentina, que tiene unos lugares muy hermosos, y la verdad que es un regalo, lo vivimos como un regalo, muy agradecidos con todas las personas que nos acompañan, que nos siguen, que nos apoyan en este camino”. 

El Plan de la Mariposa son siete músicos, cinco de los cuales son hermanos. Y todos ellos, subidos a un colectivo reciclado al que bautizaron Isoca, se largaron a recorrer la Argentina y países limítrofes. Viajar de a muchos siempre fue parte de la vida de los hermanos Andersen. Nacidos y criados en Necochea, se radicaron hace ya varios años en la ciudad de Buenos Aires, pero nunca dejaron de volver a casa. Y de casa, de regreso a Buenos Aires. Y de Buenos Aires a donde los lleve la música. 

Tocar en vivo es lo más hermoso que hay.  Camila Andersen, de El Plan de la Mariposa

“Es un país muy grande la verdad, son muchos kilómetros, pero creo que siempre estuvo como esas ganas del Plan, desde el principio”, asume Camila, una de las voces de a banda. “Por un lado, somos cinco hermanos y nacimos en una familia grande, estamos acostumbrados a estar con mucha gente, porque también hay que convivir, y son un montón de kilómetros, un montón de días, pero es algo que nos estamos acostumbrados a compartir, a ser muchos, a tener que ponernos de acuerdo. Ya en mi familia teníamos una combi que era de nuestra mamá. Cuando nuestra mamá falleció hace unos años esa combi pasó a la banda y salíamos con esa combi a tocar a cualquier lado que nos recibieran”. 


Después, los Andersen se fueron mudando a Buenos Aires, a estudiar y a tocar. Y con ello, la necesidad de salir de allí, de esa gran ciudad, para volver a casa, pero también pata salir a tocar hasta donde les diera. Y le fue dando cada vez más. “Siempre estuvo esas ganas de salir, de viajar, de ir con la música, y también un poco la necesidad de salir de la gran ciudad y volver a la naturaleza, que siento que es el lugar donde nos criamos, que tiene mar, que tiene parque, que tiene río”.  

La combi fue reemplazada por un colectivo viejo y abandonado que encontraron y al que llamaron Isoca. En ese colectivo transformado en motor home El Plan de La Mariposa llevó a cabo uno de sus planes más ambiciosos: el Viaje de la Isoca. “Viajamos por Argentina, y después por el norte, mis hermanos llegaron hasta Brasil con el colectivo, y ahí el plan era donde nos recibían bien, íbamos con nuestros equipos, con nuestros instrumentos. Siempre estuvo esa energía del viaje y de conocer, es algo que nos gusta y que está en el ADN de la banda”. 

La Mariposa: mucho más que un plan familiar 

Decir que El Plan de la Mariposa se formó en 2008 es un dato relativo. ¿Cómo saberlo cuando se trata de una banda de hermanos que tocaban en casa? “Desde el inicio fue un proyecto de los cinco, mis hermanos se pusieron a improvisar y de repente armaban canciones, pero como un juego en la intimidad, digamos, o con amigos en una previa, sin pensar en tener una banda”.  

De repente, habían hecho un par de canciones y dijeron, bueno, ¿por qué no las grabamos? Y lo hicieron impulsados por esas ganas de hacer que siempre los movilizó. “Esas ganas de hacer algo”, revela Camila. “Porque era como, no sé, siento como que a veces pareciera que el Plan nos tomó la vida y nos la transformó medio que, al principio sin darnos cuenta, ¿no? Y eso, como sin esperar que sea perfecto”. 

“Me acuerdo, no sé, la primera vez que armamos un show, presentamos Danza de Antalgia (2015) en Niceto, que fue armar toda esa puesta, armar todo el vestuario y esa misma motivación después fue hacer, no sé, un Vórterix, y después fue hacer un Teatro de Flores y así, ¿viste? Como dar pasos y tratar de estar a la altura de eso, de ese momento, ¿no? Y sin saber qué iba a pasar después”. 

Siento como que a veces pareciera que el Plan nos tomó la vida y nos la transformó medio que, al principio sin darnos cuenta y sin esperar que sea perfecto. Camila Andersen

Lo que más caracteriza a El Plan de la Mariposa es el hacer, dice Camila. “Empezamos en casa porque éramos los hermanos, mis hermanos empezaron a juntarse, a improvisar, y ahí como que a mí me dijeron dale, venite, unite, y bueno, empezó el camino. No teníamos a nadie que se dedicara a la música, no habíamos grabado nunca un disco, no habíamos tocado nunca, y no es que esperamos a decir bueno, ahora sí, que ya aprendimos todo, estamos listos para hacer un disco, no, teníamos ganas de hacer canciones y de repente nos propusimos grabarlas. El primer disco fue un redesafío, no teníamos ni idea, me acuerdo de que grabamos miles de tomas de todo, todos tocaban todo, pero queríamos hacerlo y lo hicimos como pudimos. Así hicimos Brote (2011). Siempre se trató de ir probando, ir haciendo, no esperar a que sea perfecto, no sé, simplemente hacerlo, ¿viste? Lo mismo, no sé, cuando hicimos el viaje de la Isoca, que fue un momento también importante. Fue como, che, mi hermano compró un bondi que estaba todo roto, y fue como, che, y si lo arreglamos y salimos de gira, y bueno, nadie nos vino a buscar y decir, che, los llevo de gira, no. Salimos nosotros”. 

La música y el movernos es parte de nuestra necesidad para vivir la vida, que es compleja, es como una herramienta para nosotros”. Camila Andersen

P: ¿Qué música sentís que hizo el plan de La Mariposa y que está haciendo hoy?  

R: Ah, es una buena pregunta. Creo que, no sé, quizá al principio era como algo más, quizá, no sé, es difícil la pregunta. Es como que, siento que el plan también al, no sé, al ser los cinco hermanos que, no sé, ya en mi casa, ponerle que ahora es diferente, pero antes había un equipo de música, una computadora, y en casa estábamos todos ahí, escuchábamos la música que le gustaba a uno, que le gustaba a otro, y creo que como que ya crecimos con distintos gustos musicales, digamos, había tanto rock como folclore, Pink Floyd, Bob Marley, no sé, un mix que obviamente siento que todo es, no sé, que todo te nutre, que todo te va dando alimento a tu propio ser creativo. Quizá al principio había como una cosa más psicodélica. Me acuerdo que en el primer disco hay canciones de siete minutos, con solos larguísimos. 

P: Hay una característica que me llamó un poco la atención, que tienen mucho disco en vivo. 

R: ¿Sabés qué nos pasaba? Que empezamos, no sé, me acuerdo cuando hicimos el primer Obras, fue como, ah, vamos a hacer Obras, qué buena onda, che, entonces hay que grabarlo, porque es nuestro primer Obras, mirá si nunca más hacemos un Obras, o mirá si es lo más grande, lo más piola que podemos hacer, el mejor show que podemos hacer entonces lo grabamos. Somos muchos y siempre nos gusta estar encima de todo, es como, bueno, pensamos las visuales, pensamos el vestuario, pensamos la lista de temas, nos gusta por ahí hacer algunas cosas instrumentales que no están en los discos, entonces armamos todo un show y decís, bueno, vamos a dar lo mejor que podemos, entonces lo queríamos registrar para que nos quede, y después ¿qué pasó? Después fuimos al Luna, uy, y ahora vamos a ir al Luna, y lo mismo. Así terminamos grabando el Luna, y después el Movistar, y ahora grabamos Argentinos (risas) 

P: Pero al margen de eso, ustedes, además de grabarlo todo, lo editaron todo. Como que hay un interés de parte de la banda de compartir ese material. 

R: Sí. También pasa algo que lo que pasa en el vivo es como muy especial, y también es un poco como compartir, no sé, como que se vea también lo que la gente nos da a nosotros, ¿no? Como compartir esa energía que se comparte en vivo, que es única, y que es lo que más nos gusta hacer. Tocar en vivo es lo más hermoso que hay. 

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